jueves, 18 de diciembre de 2008
El siguiente paso
Se escuchaba el ruido de tacones
subir por la escalera
y detenerse ante la puerta del departamento.
Unas botas de cowboy
-no muy prácticas para el asfalto de la ciudad-,
él las habia reconocido desde el primer escalón.
Las esparaba,
como esperaba también
el bloqueo de seguridad de un revolver
S&M modelo lady calibre 22
tras la puerta,
y lo escuchó.
-oh! no! Conney, Dios mio! Yo te quiero, baby!
Pero Conney apuntó a la cabeza
y le metió a boca de jarro
un tiro entre las cejas.
El cayó de rodillas
ante ella
en el parquet ensangrentado.
-has visto cariño, me hiciste hacer mucha sangre
por un simple gesto, ¿verdad que era fácil?
lo supiste hacer incluso muerto...
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