domingo, 21 de diciembre de 2008

Terapia experimental

Los autobuses de largo recorrido
están hechos para llorar.
Tu lloras
mientras una pareja de adolescentes
se magrea sin tregua
en el asiento de delante.
Son el psicólogo que te cura
y cuando llegas a tu destino
y te despides del conductor
concluye con éxito la terapia.
Ya sólo queda
quitarte las manchas de rimmel
de la cara.

2 comentarios:

Jorge García Torrego dijo...

Menos mal que son de largo recorrido, sino, te dejarían a medias de la terapia.
beso linda

Anónimo dijo...

Pretty Fresy Chick-Lit Poetry Baby!