No te encuentro en ningún mapa pero te encuentro entre los voltios de la luz que me atrapa entre mis nervios doloridos y mis sesos fundidos. Si no hay brújula, ni mapa, ni luz, ni flexo, ni seso, escríbeme a la luna y desde la luna te miraré.
He estado viajando estos días por un mapa extraño, nadie lo habitaba. Estoy de vuelta, Luna. He desistido, no encontraba nada. Llego de mi periplo y en Ítaca encuentro este poema (¿eres Penélope, L.Cinzano?).
9 comentarios:
(menos mal)
Sorprendente.
Besos rubia de rizos
encuentrelo y vuelva con nosotros, valentina
No te encuentro en ningún mapa
pero te encuentro entre los voltios
de la luz que me atrapa
entre mis nervios doloridos
y mis sesos fundidos.
Si no hay brújula, ni mapa,
ni luz, ni flexo, ni seso,
escríbeme a la luna
y desde la luna te miraré.
He estado viajando estos días por un mapa extraño, nadie lo habitaba. Estoy de vuelta, Luna. He desistido, no encontraba nada. Llego de mi periplo y en Ítaca encuentro este poema (¿eres Penélope, L.Cinzano?).
Dos saludos
Esperar, suelo esperar poco, Valentina. Por eso escribo tan poca poesía.
Entonces me siento una privilegiada por contar con tu poema en esta casa, muchas gracias.
No te encuentres! Hoy nos escaparemos juntos again!!!
Ya lo estoy planeando...
¡Qué bueno todo!
Aporto algo:
Éramos, sólo, en aquel espacio.
Tú y yo entre tantos:
desnudos,
en búsqueda de algún escaparate,
algún borracho,
alguna caja fuerte sin cerrojo...
Un saludo,
María
Publicar un comentario